Los idealista solo tenemos de nuestra parte a ese oficio que tranforma, ilumina y acaricia esta sociedad marcada por esa lucha utópica de un bien común, que siempre vive junto al egoísmo del poder. En tiempos donde no queremos más muerte ni heridos convocamos a una revolución cultural ávida de colores e imaginación, centrada en lograr que nuestras localidades cambien el consumo por ese afecto de compartir y crear.
Los idealista solo tenemos de nuestra parte a ese oficio que tranforma, ilumina y acaricia esta sociedad marcada por esa lucha utópica de un bien común, que siempre vive junto al egoísmo del poder. En tiempos donde no queremos más muerte ni heridos convocamos a una revolución cultural ávida de colores e imaginación, centrada en lograr que nuestras localidades cambien el consumo por ese afecto de compartir y crear.
Comentarios
¡Gracias!